La domótica ya es parte del pasado
Siempre estuvo asociada a la idea de la “casa inteligente del futuro”. Poco a poco se instaló entre nosotros y maduró a tal extremo que las primeras casas domotizadas ya son parte del pasado.
Un poco de historia
A comienzos de la década de 1990 comienzan a diseñarse los primeros sistemas para integrar los distintos componentes eléctricos de un hogar. Éstos estaban orientados exclusivamente a hogares del segmento socioeconómico AB por su altísimo costo y, aun así, consistían en sistemas básicos con poca cantidad de controles y, eventualmente disponían de comunicación vía telefónica. En todos los casos se trataba de sistemas diseñados a medida con altos costos de instalación y mantenimiento. A estos precursores, más tarde, se los denominaría “Domótica 1G” o domótica de primera generación.
Hacia fines de esa década, y de la mano de empresas líderes en el desarrollo de electrónica de control, estos conceptos comenzaron a tomar forma de productos enlatados (no diseñados a medida) consistentes en sistemas más avanzados, pero más rígidos a la vez, de control de luces, aberturas y riego. Esta domótica de segunda generación, se caracterizó por contar con software dedicado y dependencia absoluta de periféricos tal como controles remotos o pantallas propietarias de alto costo. La instalación y configuración de estos sistemas aún siguió siendo compleja y onerosa, y si bien en países de Norte América y Europa estos productos lograron una pequeña penetración en el segmento socioeconómico ABC1, en los países de Sudamérica continuaron siendo productos prohibidos para la clase media.
El presente en Argentina.
De la mano de la tecnificación de los hogares de la clase media (portones y persianas eléctricas, riego por perforación, piscinas, circuito cerrado de TV, etc.) surgió la domótica de tercera generación cuyas principales características son:
- Modularidad. Anteriormente toda la electrónica asociada debía alojarse en un único tablero eléctrico. Ahora, los nuevos sistemas permiten distribuir los módulos domóticos en prácticamente todos los ambientes. Con un solo módulo se controla una docena de variados dispositivos eléctricos, por ejemplo, luces, paneles RGB, ventiladores de techo, persianas y cortinas. La instalación de los módulos en forma distribuida ahorra costos en la instalación eléctrica (menos cableado y cañerías).
- Instalación escalable. Debido a la capacidad modular de los nuevos sistemas (ya no se utiliza el protocolo CAN, de corto alcance), es posible domotizar una vivienda que se construirá en etapas. En cada etapa de la construcción, a la vez que se van agregando ambientes o dependencias, se irán agregando módulos domóticos.
- Capacidad ilimitada. La domótica de tercera generación fue concebida para cubrir todas las prestaciones requeridas en inmótica (automatización inteligente de espacios públicos) y en agromótica (automatización inteligente de proyectos agropecuarios). Por esta razón todo sistema de tercera generación tiene la capacidad de cubrir superficies mayores a 6.000 m2 y controlar más de 1.000 dispositivos eléctricos de cualquier tipo. En la actualidad, con una única instalación se puede domotizar un edificio entero donde cada propietario controla su departamento y todos los propietarios controlan las dependencias comunes.
- Plataforma abierta de hardware. Los nuevos sistemas domóticos trabajan con cualquier marca y modelo de celulares, tablets y computadoras con acceso a internet o a la wifi hogareña los cuales se registran en el sistema como controles remotos. De esta forma quedan de lado los costosos controles remotos y el dueño de casa elige qué dispositivos utilizará para comunicarse con su hogar.
- Integración. Actualmente la domótica integra en un solo sistema el control de aberturas, luces, jardín (riego y piscina), calefacción y las imágenes de las cámaras de CCTV. Adicionalmente reemplaza el sistema de alarma y agrega funciones de detección de incendios y detección de gases sin costo adicional.
- Menores costos. Como ocurre con el avance de la electrónica en los diferentes ámbitos, la nueva generación de equipamiento domótico presenta un importante abaratamiento en los costos de provisión debido al cambio en el diseño conceptual del sistema y a que no es necesario comprar costosos controles remotos o pantallas táctiles propietarias.