Domótica e Inmótica
Como todos sabemos, Domótica es la tecnología que brinda inteligencia a un hogar. Ésta permite automatizar y controlar centralizadamente todos los dispositivos eléctricos para que actúen en forma integrada. Un mayor confort, acompañado a la vez de más seguridad sin sacrificar el uso racional de la energía mejora la calidad de vida de sus habitantes.
Por su parte, la Inmótica es la implementación de esta misma tecnología en espacios no habitados tal como museos, oficinas, parques, paseos, espacios comunes de consorcios, etc.
Si bien ambos conceptos se implementan utilizando el mismo equipamiento, la principal diferencia entre ellas es la visión del responsable del proyecto al momento de concebirlo.
Cuando pensamos una instalación de domótica con los dueños de casa (y cuando decimos “dueños” nos referimos a toda la familia), querremos conocer sobre qué aspecto de la casa tienen mayor interés. Para una casa en un barrio cerrado en una ciudad mediana, habitualmente la respuesta a “¿Qué te gustaría que la casa haga por vos?” está centrada en un mayor confort, automatización de tareas, mayor aprovechamiento estético de los efectos lumínicos. Para una casa en una zona remota que utiliza fuentes alternativas de energía (paneles solares, generadores eólicos, gas envasado, etc.) sin lugar a dudas se va a privilegiar el uso racional de la energía. En un hogar en un barrio abierto de grandes ciudades los ojos se ponen en potenciar la seguridad, por ejemplo, con persianas que se cierran cuando se detecta movimiento en el patio, luces adicionales asociadas al movimiento, apertura remota de aberturas, integración con sistema de CCTV.
Por otro lado, en un proyecto de Inmótica el foco casi siempre está puesto en el uso racional de la energía con, por ejemplo, control de blackouts y screens para mitigar la incidencia del sol, regulación adaptativa de la iluminación, temporizado de luminarias, etc.