La parrilla
Cuando se comienza a pensar el fogón, la mayoría de las dudas de los propietarios rondan en los aspectos dimensionales de la parrilla. En cada proyecto, es el momento en el que el Maestro Mayor de Obras es observador y adopta una actitud de escucha, aunque también propone soluciones basadas en sus conocimientos y experiencias.
De la observación de las características físicas de los principales usuarios del fogón surgen las soluciones constructivas. Sus alturas, sus contexturas, sus largos de brazos, sus lateralidades dominantes y sus movimientos, son algunos los factores que deben considerarse para determinar el nivel de la losa y del dintel, la profundidad de la boca, o el lado del fuego.
Luego, de escuchar la forma en que quieren vivirlo, con quienes quieren disfrutarlo, sus gustos y preferencias respecto a las comidas que se pretenden asar allí, surgen los elementos que serán necesarios instalar. Así resulta el ancho mínimo de la boca, la cual debe garantizar un acceso franco a cada una de las tareas en la parrilla.
La mayor limitación existe en el espacio disponible, tanto para el desarrollo de la boca del fogón, como también para las instalaciones de servicio anexas. Algo que en cada caso, será motivo de charla y de trabajo, entre el propietario y su Técnico Matriculado.
MMO Walter Sosa – Mat: T-23859